EL PERFECCIONISMO, LA AUTOEXIGENCIA Y UN BUEN PUÑADO DE MINIONS

El perfeccionismo, la autoexigencia, un ciclista, los hijos de los inmigrantes …y los minions, ¿qué tienen todos ellos en común?

UN SUEÑO REVELADOR

Algunos de mis sueños son divertidos.

Si no lo son al momento, lo terminan siendo una vez los descifro ya sea por mi cuenta, o con el apoyo de mi Coach… porque los coaches ¡también necesitamos ser coacheados!

Una de estas noches, soñé que el carro donde iba de copiloto se iba acercando peligrosamente hacia la orilla de la carretera, y entre la acera y la pared que bordeaba la vía venía manejando un ciclista paralelo a nosotros. Yo le decía al piloto ¡cuidado, vas a aplastar al ciclista! Y de la impresión me despierto sobresaltada pensando ¡ajá! lo que el piloto está tratando de demostrarme es cómo y cuantas veces me atropello, porque esa ciclista era yo misma!

En ese instante de transición, entre que decido abandonar los brazos de Morfeo pero aún me resisto a ello, el sueño continúa, y la ciclista pasa a estar delante del carro.

Conforme se baja de su bicicleta, su imagen se va desdoblando en múltiples personas…y caigo en cuenta, que estoy viendo en despliegue a mis múltiples egos, aquellos que de manera sostenida irrumpen en mi día a día, vez tras vez!

Y juntando las frases sueltas me pregunto ¿…y quiénes son esos múltiples egos que me atropellan?

PONIENDOLE NOMBRE A MIS EGOS

La que siente miedo,

La que sufre ansiedad,

La que se queda paralizada, estancada, atrapada sin tomar decisión, sin dar un solo paso, procrastinando, y buscando pretextos…

La que lleva los niveles de autoexigencia a nuevos niveles de parálisis.

¡Holly macaroni!!

Pero si de allí viene lo de quedarme congelada! De esa sobre exigencia, ese nivel de perfeccionismo, de esa frase de los tiempos de escuela innumerables veces mencionada, “solo sirve el 100 sobre 100, lo demás no es nota”!!

¡Uufff! Que peso muerto el que llevo encima y ¿de qué me sirve eso realmente?!

Respiro…

LA OTRA PARTE DE MÍ

Y luego está la que observa,

La que se observa,

La que escribe,

La que se reinventa y crea,

La que indaga, desmiembra sus emociones y se asombra,

La que identifica sus sentimientos y sigue el hilo conductor hacia el origen,

La que entiende y crece,

La que se atreve a dar el siguiente paso aun cuando no vea el cuadro completo,

La que se vuelve a enamorar de sí misma,

Y continúa adelante a pesar de todo…

UNA IMAGEN

Mi coach me regala la imagen de los minions. Y allí llega otra revelación, ese divino momento de abrir los ojos bajo una nueva luz y DARSE CUENTA!

YO soy todos esos minions que viven dentro de mí; la de los egos mutantes y todas esas otras valiosas piezas que forman parte de MI TODO; ni más ni menos, un puñado de vocecitas saltarinas y forcejeantes buscando llevarse el protagonismo cada una.

Los reconozco a todos,

Y los acepto a cada uno.

Es la adulta quien se hace cargo, los integra y los abraza.

Atrás va quedando la de los juicios implacables porque, aunque a veces se le pasa por alto, recoge y ratifica con una buena dosis de compasión; porque entiende que no somos más que Amor y que tan sólo nos debemos aprecio y reconocimiento por ser quienes y como somos.

Y tambien entiende, que esa autoexigencia que no es mía sino probablemente infundida y heredada es quizás la que con mayor amor y compasión necesita ser acogida, porque trae su imprenta desde muy atrás, de los tiempos de la guerra, la migración forzada y descarnada; de una niña que no tuvo el momento ni el permiso de ser niña…tan sólo lo hizo lo mejor que pudo y desde su más grande acto de amor materno.

PERFECCIONISMO VS. LA BÚSQUEDA DE LA EXCELENCIA

Finalmente, después de tanta resistencia y lucha te entiendo, mamá, comprendo de donde viene todo. Y establezco la distinción de que el perfeccionismo es un constructo de nuestras mentes, por demás inexistente en la naturaleza. Si buscamos referencias en ella, lo que encontraremos es ensayo y error, iteración y un sinfín de veces, recreación, mutación y transformación. La perfección le pertenece al ego, al criticón despiadado que se instala de espectador en las gradas, quien no se atreve a arremangarse y ni a morder el polvo aunque sea desmayando en el intento.

En cambio, la búsqueda de la excelencia, esa le pertenece a la exclusiva y magnánima aspiración humana que nos empuja a crecer, prosperar y florecer, eso sí, anclados en el generoso y compasivo espacio del corazón presto a acogernos en cada traspiés mientras recorremos nuestra curva de aprendizaje personal.

“El perfeccionismo y la autoexigencia, todo ello, es tan sólo ruido tratando de distraerte de quien TÚ realmente eres”

Ciertamente, la aspiración hacia la excelencia llevada a límites extremos se revierte en nuestra contra, generando no sólo stress, sino trayendo consigo ataques de pánico, bloqueos, parálisis, impidiendo la manifestación sana y plena de lo mejor que tenemos para entregar.

¿Y QUÉ HACEMOS CON TODO ESTO?

Pasa el tiempo y nada cambia. ¿Hasta cuando llevar adelante una manera de hacer que no nos favorece? Considera una tregua: ACEPTACIÓN e INTEGRACIÓN

Considera que, el más completo ejercicio de humanidad es la aceptación y la integración de todas nuestras partes, tal cual hemos sido creados, en la certeza de la existencia de oportunidades de mejora en aquellas ocasiones donde un giro inesperado nos aleja de los resultados perseguidos.

Si hasta ahora te perturbaba la idea de fracasar y quedar mal ante los demás, te propongo sincerarte contigo mismo:

  • Al final del día ¿quién te está evaluando?

  • ¿Quién es el (la) del juicio más duro?

  • ¿Estas preparado para soltar el perfeccionismo y la autoexigencia obsesivos que tienes para contigo mismo?

  • ¿Te das cuenta de que ambos son constructos* de tu mente en estado exacerbado y que nada tienen que ver con quien tú eres?

  • ¿Te has preguntado si esa búsqueda obsesiva de la perfección forma parte de tu manera intrínseca de ser, o es más bien una conducta aprendida, un mandato familiar o cultural, eso que se define como introyecto**, algo que no te pertenece y a lo cual puedas renunciar libremente y sin apegos?

KATIHIBJAN LIFECOACH AUTORA COACHING

Siendo así, mira hacia adentro, recurre a tu brújula interna, dirígete hacia ese quien conoce las respuestas mas profundas que nacen desde el centro de tu corazón, donde no hay espacio para miedos o descalificaciones, tan sólo un lugar sagrado para manifestar amor y aprecio hacia ti mismo.

…Y considera ¿dónde eliges estar hoy?

¿Del lado del perfeccionismo o en tu desarrollo apasionado (y amable para contigo mismo) para lograr ser tu mejor versión?

KATIHIBJAN LIFECOACH AUTORA COACHING

UNA INTEGRACIÓN FINAL

Dedico estas líneas a ese ser quien lo hizo lo mejor que supo hacerlo, entregando su amor, trabajo, esfuerzo, esmero, trasnocho y nitidez hacia sí misma y hacia su familia. Gracias mamá, por tu esmero en el ejercicio de tu maternidad y por enfilarme una y otra vez hacia el sendero de la EXCELENCIA. Gracias también, por la historia que traes contigo desde muy temprano, que te define y te hace ser quien eres, resiliente, amorosa y firme.

Y asimismo, dedico estas líneas a los hijos de inmigrantes, quienes llevamos la imprenta del alto desempeño tatuado en las venas, vestigio de quien sabe cuánto dolor, pérdidas y sufrimiento acumulados en aquellos quienes nos precedieron…

Al mismo tiempo, rescato y honro, por encima del primal instinto de supervivencia, a la más sublime de las emociones humanas, la esperanza, esa que elevó a nuestros padres y abuelos con el coraje y el empuje necesario para reconstruir sus vidas una vez dejaron todo atrás. Esperanza, luz que con su brillo omnipresente nos invita a levantarnos una y otra vez con resiliencia y determinación para darle vida y sentido a la última de nuestras creaciones, otorgándonos a su vez acceso al sutil y exquisito tinte de la EXCELENCIA,  para ejercerlo a criterio y en libre albedrío.

*Constructo: Construcción teórica para comprender un problema determinado.

https://dle.rae.es/constructo

**Introyección: El mecanismo de introyección es un mecanismo de defensa donde, “interiorizamos y nos hacemos responsables de actitudes, pensamientos o formas de actuar que no son nuestras. Estos aspectos nos los tragamos indiscriminadamente, sin pasar por el filtro de la consciencia, de manera que no podemos elegir qué retenemos, por ser beneficioso para nosotros, y qué queremos desechar”. https://www.psicologiamadrid.es/blog/articulos/salud/mecanismos-de-defensa-la-proyeccion-y-la-introyeccion

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