EL VALOR DEL
MINUTO SIGUENTE®
O una forma sencilla de
practicar Mindfulness
“Mindfulness o ATENCIÓN PLENA es de hecho, una manera de CONECTAR CON LA VIDA, …es prestar atención a propósito, EN EL MOMENTO, y sin crear juicios. Y a veces me gusta agregar, como si tu vida dependiese de ello…, porque es así”
Jon Kabat-Zinn (biólogo molecular y catedrático de medicina, Universidad de Massachusetts)
¿Tienes un mal día? ¿Te sientes abatid@ por algún problema? ¿O estás saliendo de una relación tóxica? O…
Tanto si estás luchando contra algún demonio interno (alguna adicción por ejemplo) o contra aquellos monstruos con tentáculos que son los pensamientos circulares, los que sólo halan para abajo, es usual que en el proceso sufras altibajos emocionales que a ratos te hacen dudar si vas a salir adelante o te vas a venir abajo irremisiblemente.
Ya sea para sacudirte de encima la nube negra que te acosa ó ese sentimiento inquietante que si lo dejas crecer te autodestruye, toma acción y decide qué vas a hacer estrictamente EL MINUTO SIGUIENTE®.
Nada de “un día a la vez” como dicen algunos por allí, NO!!… lo real, lo terrenal y humanamente manejable es cómo lidiar con el minuto siguiente. “Un día a la vez” es una eterna cantidad de tiempo, inmanejable bajo los efectos de un estado emocional precario! Es dejar la puerta trasera abierta para que por allí se cuele la duda, la angustia, la falta de voluntad y el preludio al fracaso en intentar superar aquello que nos embarga.
Un minuto a la vez, es colocarte lo más cerca posible a ese espacio que los budistas llaman estar presentes. Y es lo que en el mundo occidental, la psicología positiva denomina MINDFULNESS.
– ¿Y qué hago con lo que siento? Porque lo que tengo claro es que me siento mal. Lo reconozco y lo admito. Y acto seguido decido qué puedo hacer, de manera inmediata, para sentirme DISTINTO, sentirme MEJOR. Algo pequeño, algo sencillo. No es irme a las Bahamas; allí cualquiera se siente bien, eso no tiene mérito alguno (y de paso, igual hay que planificarlo para lograrlo).
Pienso en lo inmediato. Qué me puede reconfortar en el próximo minuto:
- Un humeante café mientras contemplo la ondulante silueta de mi amado cerro Ávila. Y me agradezco la buena fortuna de contar con ello y apreciarlo.
- Un delicioso cuadrito de chocolate negro – ¡uno sólo para respetar la dieta! – que se va derritiendo entre mi lengua y mi paladar,… y me dejo invadir por una ola, un destello de placer. Y me agradezco la virtud del disfrute.
- Detengo mi rutina un instante. Me asomo por la ventana y escucho los sonidos de la vida. Cómo el sol hace brillar el cielo, cómo la brisa mueve las hojas de los árboles… y permito se inunden mis sentidos, vista, oído, olfato, incluso la piel si siento cómo el viento me hace suya con sólo rozarme. Cierro los ojos, me dejo acunar y agradezco mi percepción ávida de sentir.
- Abro al azar la página de algún libro harto manoseado y escojo un párrafo a ver que reflexión me arroja hoy… lo leo, lo integro. Y agradezco el trozo de conciencia que me llega a través de algún insospechado mensajero del Universo.
Y mientras tanto, siento como mi respiración contraída por la ansiedad suelta un suspiro y me permite tomar una o dos respiraciones más profundas y me afloja un poquito dos o tres músculos en mi cuerpo… un poco es mucho.
Y agradezco nuevamente, mi capacidad de darme cuenta, de momento en momento, que puedo sentir placer, alivio, tibieza en mi corazón vulnerable y que a pesar de todo puedo seguir adelante, HOY un poco más…
Si me estás leyendo es porque quizás te intrigó la frase,
o porque quizás tu cuerpo quiera un poco de tregua…
Te invito a que te tomes este instante para hacer tuya esta práctica… sí, allí donde estás,
en la silla de la oficina, en la espera de la consulta médica, o echado frente al mar en una envidiable playa caribeña.
Cierra los ojos, siente tu cuerpo, ¿dónde lo sientes más? ¿Quizás en la nuca o más bien en el centro de la espalda?…toma un par de respiraciones largas y profundas, qué escuchas más allá del ruido inmediato? ¿Acaso puedes percibir el sonido y el olor a lluvia fresca que trae la brisa?
O si prefieres, mira a tu alrededor, observa tu escritorio, quizás tu desorden organizado, tu trabajo en mesa, tu entorno y compañeros de trabajo. Si lo que ves te gusta, mira y admira todo lo que has logrado en el tiempo que llevas allí! Un suspiro de alivio y satisfacción, una mini-auto-celebración para cambiarle el ritmo a la tarde! Si en cambio no te gusta, ¿qué puedes hacer en este momento para cambiarle un poco la cara? Una flor arrancada del jardín inmediato, o quizás aquella foto por imprimir reservada para cuando tengas el tiempo de hacerlo, o mejor me deshago/guardo aquellas carpetas que están durmiendo el sueño de los inmortales invadiendo mi espacio de trabajo.
Ufff, que alivio siento de tener espacio para respirar y trabajar!
Si la ansiedad quiere adueñarse de tu vida, o ya logró ese cometido, TOMA ACCIÓN, de manera instantánea, lo que dura un pestañeo y de minuto en minuto. Encontrarás que es más fácil lidiar con aquellos saboteadores diarios o de temporada tan sólo enfocándote en el minuto siguiente®.
No es “un día a la vez” como dicen por ahí. Es un minuto a la vez! Y en menos de lo que te das cuenta, logras superar con éxito el día entero, la semana completa… y descubres el poderoso VALOR DEL MINUTO SIGUIENTE®.
CONTEMPLACIÓN, ACEPTACIÓN Y ALEGRÍA
son el mensaje de las lagartijas como animal de poder.
Un recordatorio para simplemente SER Y SENTIRNOS VIVOS con todo,
con el aire que respiramos y con el sol que nos entrega su tibieza,
…siempre allí para nosotros. Eso es MINDFULNESS.
practica, practica y practica…
