Una conversación íntima con el MIEDO
Miedo al ridículo, a ser juzgada, a no hacerlo bien, a ser rechazada, a no ser amada, a quedarme desamparada, a perderme.
Miedo a la noche, a los espacios cerrados, a las serpientes, a las arañas, a todo bicho volador…
De dónde nace el miedo
¿Cuál es la diferencia entre susto y miedo? Susto es un reflejo natural que se genera en base a un estímulo inesperado, tanto en seres humanos como en animales, para alertar de un peligro o amenaza. Miedo, en cambio, es un proceso mental construido. No nacemos con miedos. Los aprendemos por asociaciones con situaciones desagradables o traumáticas del pasado las cuales, si quedan ancladas, se convierten en un estado emocional perturbador. El miedo es por tanto, un sentimiento netamente humano, con un poderoso potencial represivo si le permitimos deambular libremente por nuestra mente.
MI MIEDO MÁS GRANDE
TRAE CONSIGO
MI MAYOR CRECIMIENTO
Qué consecuencias me trae el miedo, mi miedo
Destruye mis creaciones antes de nacer.
Me paraliza antes de hacer.
Mal manejado, puede llegar a controlar mi vida.
En un nivel más profundo, me impide crecer, me impide madurar, bloquea mi acceso a la plenitud de la adultez. El miedo es ese niño asustado que corre perseguido por su fantasma personal. Sólo existe en su cabeza, pero es tan real que sí, existe.
D.G. Krause refiere en El Libro de los Cinco Anillos para Ejecutivos, “Según el código Samurái, el miedo es el mayor enemigo al que podemos enfrentarnos, mucho más grande que cualquier adversario físico…Nuestros miedos magnifican el peligro y oscurecen la realidad”. Por eso es radicalmente relevante identificar a qué le tememos y cómo lo combatimos.
«Lo hermoso acerca del miedo es
que cuando corres hacia él,
este huye alejándose de ti»
Robin Sharma
Una estrategia para superarlo.
Cuántas veces te ha pasado que inicias con entusiasmo un proyecto, o te diriges a una entrevista importante o intentas abordar esa conversación crucial, y en el camino te acobardas, te desinflas, literalmente te acojonas…Llega un instante, en que alrededor tuyo todo se congela o lo que es peor, dentro de ti todo se paraliza!
¿Cómo superamos esa barrera que tanto nos limita? ¿Qué estrategias hilamos para sobreponernos?
Miedo mío: Yo soy el grande y tú, el más pequeño. Tú, tan sólo eres una pequeña parte de mí.
Y YO SOY QUIEN ESTÁ A CARGO TUYO.
Tan efectivo y sutil como esto. Define cual es ese miedo, identifícalo, ponle nombre y apellido. Luego, míralo a los ojos y dile:
— TE VEO MIEDO, te siento, te reconozco y acepto.
Y al mismo tiempo, recuerdo quien soy y qué es lo que me define. Ocupo el lugar que me corresponde. Yo soy el grande y tú, el más pequeño. Tú, tan sólo una pequeña parte de mí. Yo en primer término, y tú, miedo mío, a mi cargo.
YO A CARGO TUYO.
¿Te atreves a hacer el ejercicio conmigo?
Tomo una respiración profunda. Inhalo y exhalo…
Me despojo de juicios, no hay más nadie en la habitación, solos yo… y tú, mi miedo.
Escucho mi aliento y me atrevo a sentirte en cada célula de mi cuerpo. Te hago mío amorosamente, compasivamente. Te siento en la piel, te reconozco y te invito a conversar conmigo. Háblame, miedo mío:
— ¿Qué estás tratando de decirme que yo aún no veo?
— ¿Qué estás pidiendo de mí? ¿en quién me he de convertir para dejar de huir de tí?
Me quedo el tiempo suficiente en nuestro espacio conjunto para entender la forma que tienes, en qué momento me asaltas, qué es eso que aún debo aprender de mí misma.
Valido lo que siento.
Regreso a mi respiración, y exhalo con alivio.
Ahora se me hace evidente, siempre estuviste allí pero yo evitaba mirarte. Tú me gritabas, y mientras más me gritabas, yo más me asustaba y me paralizaba.
Respiro y hago contacto con mi cuerpo.
Y ahora más. Voy un poco más allá e imagino hasta donde puedo llegar, viviendo mi vida sin miedo! Juego con la idea y visualizo:
¿EN QUIEN ME CONVIERTO
AL DESPOJARME DE TU AMENAZA?
Esto es lo que necesitaba saber. No estoy sola, me tengo y te tengo. Juntas nos sostenemos para recordarme que debo estar alerta, pero también para reconocer todo lo grande y libre que puedo ser cuando te convierto en mi aliado. Respiro, hago contacto con mi cuerpo, y te acepto en transparencia, vulnerabilidad, vértigo y arrojo.
VALIENTE, lo lograste, TE FELICITO! Aparte de hacerte cargo de tu miedo, que tiene mucho mérito, también acabas de realizar un hermoso ejercicio de MINDFULNESS. ¿Quieres ejercitar más tu ATENCIÓN PLENA? Haz click AQUI …
Cómo “reciclar” el miedo a mi favor.
El poder efectivo del miedo cuando éste se activa es que mis sentidos se agudizan, el instinto prevalece y el enfoque se intensifica, todo lo dirijo hacia lo que me beneficia.
Entonces, pon mucha atención a esto:
- El miedo integrado me empodera y me vuelve eficiente e intuitivo.
- Es la ventana que enmarca mi mayor reto, lo que actualmente me bloquea.
- Es la brújula interna que orienta mi instinto hacia resolver de manera efectiva lo que me intimida.
Identifico, integro, y a continuación creo estrategias, plan de acción, acciono y punto. No más juegos mentales con el miedo. Yo a cargo, ocupando el lugar que me corresponde.