Cómo respirar para soltar la ansiedad y serenarnos

En nuestra cultura occidental, poco hacemos uso consciente de la más valiosa herramienta activa con la cual TODOS hemos venido equipados desde el preciso instante de nuestro nacimiento. Hablo de respirar, el más eficiente recurso de auto regulación ante el cotidiano desafío de la ansiedad.

Dejando de lado el involuntario movimiento de inhalación y exhalación que nos mantiene vivos, hay una amplia variedad de técnicas de respiración dirigidas a producir diferentes cambios en nuestro cuerpo: energizar, relajar, enfriar, calentar, oxigenar, purificar, …

Hoy te quiero presentar la más sencilla de todas, la cual tiene como propósito calmar, estabilizar y fijar nuestro cable a tierra. Esta básica rutina de respiración, consiste en hacer la exhalación más larga que la inhalación.

“Respirar es cruzar el puente que conecta la vida con la conciencia,

tu cuerpo a tus pensamientos…

Cada vez que tu mente se dispersa,

usa tu respiración como un medio para recuperar tu mente nuevamente”

Thich Nhat Hanh

CÓMO RESPIRAR PARA SERENARNOS

Empezamos, sentados en el piso con las piernas cruzadas o en una silla con los pies apoyados sobre el piso, en una posición cómoda como para mantener la espalda erguida y los brazos relajados sobre las piernas.

  1. Cerramos los ojos, y tomamos 2 respiraciones profundas, inhalando por la nariz y exhalando por la boca, botando tooodo el cansancio del cuerpo. Este suspiro que soltamos cumple una función muy particular, que es la de abrir los alveolos pulmonares; y es algo que el cuerpo necesita hacer al menos una docena de veces al día, …así que cada vez que te acuerdes, ¡SUSPIRA!

Y a continuación, nos vamos a enfocar en respirar sólo por la nariz. Respirando de esta manera, a diferencia de hacerlo por la boca, influimos sobre nuestros estados mentales y emocionales.

  1. Al inhalar vamos a contar hasta 4, y al exhalar contaremos hasta 6, es decir haremos la exhalación más larga. Recuerda tanto la inhalación como la exhalación la haremos respirando por la nariz. Esta manera de respirar, con la exhalación más larga que la inhalación, actúa directamente sobre el sistema nervioso central, específicamente sobre el parasimpático, favoreciendo la relajación y promoviendo la bajada de la presión arterial.

Repetiremos esta secuencia unas 5-7 veces y observaremos los efectos que tiene sobre cuerpo y mente.

Poniendo atención a lo que sentimos,

nos abrimos a la posibilidad de transformar las emociones que nos desafían

en otras más positivas que nos nivelen.

Por ejemplo, consideremos por un momento sentir AGRADECIMIENTO por aquello que nos reta. ¿De qué manera cambia nuestra percepción ante lo que ocurre? ¿Habrá alguna oportunidad de aprendizaje en ello? ¿De qué manera podemos influir para producir un resultado diferente?

Luego de respirar para calmarnos, quizás encontremos renovadas respuestas a estas interrogantes.

KATIHIBJAN LIFECOACH AUTORA COACHING LIBELULA

Comparte tu experiencia y déjanos saber tus comentarios…

Tengamos presente en todo momento este RECURSO PERSONAL, una de nuestras más poderosas aliadas.

Hasta una próxima respiración …

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